Cada vez que leo un post de "Cuando salga de cuarentena me voy a dar la borrachera de mi vida" o "Cuando pase la cuarentena voy a parrandear más que nunca". Me hace pensar en lo incoherentes que somos. Durante la misma cuarentena que le oramos a Dios para que nos ayude a salir vivos de la pandemia, también afirmamos que no hemos aprendido nada, y que desde que tengamos el mínimo chance en vez de ir a agradecer a Dios, volveremos a nuestras viejas costumbres sin tomar en cuenta a Dios.