Cuando me Cortázar las alas seguí de a pie y no me detuve. Sé con certeza que no me llamo martes y tenia el anhelo de llamarme miércoles y ya casi que tampoco. Me bautizaran jueves o viernes, quizás. Seré el vuelto que le sobró al tiempo. Seré la imposibilidad de las fuerzas humanas y también esa imposibilidad de no elevar la mirada al cielo y tener fe en el creador que todo lo da si se le pide de corazón. Los guantes vienen de a pares porque pares son las manos que los llevan. Querer calzar el guante izquierdo en la mano derecha es justificar una incompatibilidad necia por temor. Yo.