Cuando tenia 14 años le pedí un balón de fútbol a mi madre y ella me dijo: Mo Marcelito no tenemos dinero para eso. Entonces yo fui a la tienda y le dije al Señor: Señor me puede vender un Balón de fútbol y se lo pago cuando sea futbolista profesional. El se puso a reír y me dijo: Claro que si Marcelito, solo acuérdate de pagarlo. Así fue, ya cuando tuve la oportunidad regrese y le compré todos los balones para regalarles a los niños pobres de mi barrio. Marcelo Vieira.