No sabes cómo le cuesta pedir ayuda. Para ella es como desnudarse, así que si te confía algo, si deja que veas sus partes rotas, abrázala, préstale atención y procura estar a la altura, porque esa guerrera te quiere en su lado, ni atrás ni por delante, justo a su lado, pero no la creas débil, a veces hace falta ser increíblemente fuerte para quitarse algunas armaduras.