Dobles intenciones. Mi estrategia es sorprenderte, hacer que cada segundo juntos sea una aventura, en la que la adrenalina sea el condimento ideal, mi estrategia es escribirte cada noche mis planes en tu espalda y hacer que te muerdas los labios cuando sientas donde terminan mis puntos suspensivos, mi estratega es hacerte sonreír y que despiertes de la misma forma por las mañanas, mi estratega es rendirme sin condiciones bajo tus sábanas blancas.