Eres muy hermosa. Dime algo que no sepa... Cuando Maximiliano, Miramón y Mejía fueron fusilados, los cuerpos fueron embalsamados; Miramón y Mejía fueron entregados a sus familias y Maximiliano, enviado a Austria. La esposa del General Mejía no tenía dinero para sepultarlo, así que vivió varios meses en un cuarto de vecindad de la Ciudad de México con su bebé y el cadáver de su esposo sentado en medio de la sala.