Encuentra a alguien que te preste atención. Alguien que acaricie tus cicatrices y pregunte de dónde vino cada una. Encuentra a alguien que sepa cómo te gusta tu café; qué canción te hace querer bajar la ventanilla y apretar el acelerador. Encuentra a alguien que asimile tus detalles más pequeños; quien se de cuenta de las cosas que pensaste que nunca nadie haría. Y luego, cuando los encuentres, sé su alguien también.